Si digo fascista
Me gusta nombrar los árboles. Con los ojos bien abiertos abarcar ramas enteras de verde maduro en el verano sosteniendo el crecimiento de un fruto, de un racimo de flor. Nombrar las flores llevándolas del árbol a mi boca y de nuevo al aire donde viven al borde de los tallos con el polen abstracto de las sílabas deshecho en la punta de mi lengua. Digo arce, falso plátano, roble, sauce, saúco, olmo digo, gleditsia, robinia, sófora, catalpa, paulonia, sombra emparrada de glicinia.
De joven leí Fantasías, de George Mc Donald. Desde entonces, si digo fresno o digo aliso me viene a la mente un árbol malo del que he de desconfiar, el fresno, o un árbol dama amable, protector: el aliso. Me sacudo los pensamientos de la cabeza porque no quiero fantasías, quiero decir fresno y ver en mi mente una hoja compuesta de unidades lanceoladas con un verde algo mate distinto al de la hoja simple, redonda, nervada del aliso, que distingo del avellano por la altura y por el fruto. Si digo aliso pienso en seguida en una ribera, si fresno, tardo algo más.
Si digo moro pienso en jardines de la Edad Media. Si digo mora pienso en........
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