Se les desplomó la estrategia
No hay duda de que el llamado de Petro al paro nacional resultó un rotundo fracaso. Por mucho que ahora intente desligarse del fiasco y sostenga que la convocatoria fue de las centrales sindicales, ahí están las pruebas de que la idea fue suya: los chats con Benedetti después de la caída de la consulta en el Senado donde se preguntaban “¿quién convoca a la huelga general? ¿A quién se le dice que lo haga?”, los trinos donde sostenía que se votaba en “las plazas municipales”, y su incendiario discurso en Barranquilla en que incitó al paro y decía que “no se ataca (sic) los bienes de la clase media”, como si fuera lícito ir contra los de la clase alta. “Si toca ir a una huelga indefinida, el presidente se pondrá al lado del pueblo. Y si me van a echar por ello, entonces estalla la revolución”, remataba la amenaza.
Le salió muy mal. No solo porque la convocatoria fue íngrima sino porque en donde salieron los vándalos encontraron el rechazo de la ciudadanía, incluso a veces enfrentándolos abiertamente. Los más afectados por el paro, quienes........
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