Malhechor, Gastar y Tevasaltar
No llegaron sus Majestades, los Reyes Magos. Quisieron llegar al “Árbol de Navidad más grande de Bolivia” pero, mientras intentaban subir al Cristo de la Concordia, descubrieron que no hay iluminación en todo el camino y sus camellos no pudieron avanzar, dada la oscuridad y el mal empedrado. Dicen que sólo puedes subir con taxis autorizados por el sindicato y la alcaldía. Aprovechando el bicentenario, sus majestades también intentaron llegar a la capital de la república, digo a la capital de Plurilandia. Tampoco tuvieron suerte. El descenso de Alcantarí a la ciudad es demencial. No sabían que deben cambiar de carril cada tanto, porque la carretera no está en su mejor estado.
En pleno camino, recibieron una llamada. Una institución pública decomisó sus regalos por sospecha de contrabando. Ahí es donde decidieron marcharse. En su lugar, llegaron Malhechor, Gastar........
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