Bolivia comienza a delinear una nueva mirada en las relaciones exteriores, una nueva etapa que podría ser el cimiento y la consolidación de un enfoque diplomático orientado en la “autonomía estratégica”, dejando atrás discursos y socios banales de relacionamiento ideológico y proteccionista. En un entorno internacional dinámico y competitivo, la administración actual tiene la responsabilidad de cimentar y consolidar una “política de Estado” y no una política de gobierno, el cual debe encontrarse bajo criterios de eficacia, eficiencia y sostenibilidad con un sentido proactivo en favor del “interés nacional”. Esta política de Estado, deberá ser consistente de tal forma que le permita mantener relaciones estables con un grado de credibilidad y seguridad en la esfera internacional, facilitando el acceso al comercio y la cooperación a largo plazo.

Esta perspectiva pragmática por supuesto no implica la renuncia a los principios históricos de soberanía la misma que no debe........

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