Un país donde a veces es un lujo ver bien
Periodista
Mi padre trabajaba en el almacén de un banco que ya no existe, un edificio enorme con olor a humedad y papeles viejos. Pero no le bastaba un solo ingreso. Por eso, al salir del trabajo, se ponía al volante de su Chevrolet Biscayne y ofrecía el servicio de taxi. Lo hacía no solo para completar el presupuesto familiar y darnos una vida digna, que incluyera algún capricho caro. También, claro, para reponer los anteojos que mi hermano rompía con la regularidad de quien vive intensamente su infancia.
La historia podría quedar en una anécdota, pero los datos nos devuelven a la realidad: La Organización Mundial de la........
© El Peruano
