COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO UNA HISTORIA DE MISERICORDIA
DIOS ESTÁ CERCA: La piedad gloriosa está ahí, con su compás resignado, a la espera de la conversión para poder avanzar por el camino de la bondad/verdad. La esperanza y la paciencia van juntas. Pensar siempre que el Señor nos acompaña, que nunca, ¡nunca la muerte será victoriosa! Lo significativo es la expectativa y la confianza en las adversidades.
I.- EL FUEGO DEL AMOR OMNIPOTENTE
Consagro, mi todo, al Señor:
El indiviso cuerpo se aliviará,
y el alma mía colmará la sed;
ante el beato........
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