Dos viejos mundos
O no. Puede que no hubiera estado muy interesado en el pasado de hambre de un país que todavía no terminaba de formarse y que más bien hallaba su esperanza de consolidación muy lejos de allí, en las costas ricas de un océano tibio, en las selvas verdes de todo el año, o incluso en las montañas ignotas del fin del mundo. Es posible que como ese eventual Bastidas pensaran otros adelantados, y la marinería en general, dispuestos como estaban a enfrentarse, apenas con la espada, a monstruos tenebrosos salidos de la mar océana; o, es justo decirlo, a la ira de Dios, tal vez molesto por haber dejado a la........
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