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Rumbo incierto

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08.08.2025

“…Zygmunt Bauman, filósofo polaco del que ya hemos hablado en artículos anteriores, acuñó el término Modernidad Líquida, para definir una época en la que todo lo sólido se disuelve…”

Jorge Puigbó

Hay piezas que ayudan a completar los rompecabezas, en este caso nuestro mundo. Las palabras dichas por grandes hombres, aquellos que sufrieron en carne propia el dolor de la persecución, la prisión o la supresión de la libertad y los valores, nos pueden ayudar a entender. Ya todo está dicho, repetido hasta el cansancio, pero se olvida por comodidad, pareciera que hay cosas más importantes, como convertirnos en ecos vivientes que repiten sin analizar, cuestiones que otros afirman para manipular a la sociedad. El mundo vive desde hace décadas una significativa pérdida de los valores, aquellos que por siglos se consideraron una conquista del ser humano y contribuyeron a consolidar y cohesionar a nuestra sociedad. Europa, la civilización occidental, fue por diversas razones el lugar en el cual se crearon, absorbieron, conservaron y fundieron un cúmulo de principios y culturas que produjo finalmente una civilización mucho más organizada y enfocada en la búsqueda del bienestar y el desarrollo armónico del ser humano, y todo ello a pesar de las catástrofes naturales y los conflictos bélicos que se dieron en el tiempo. Nadie puede negar que los principios cristianos, transformados en normas de conducta, fueron la base esencial de este fenómeno social.

Hoy el mundo se debate en medio de una creciente incertidumbre provocada por la quiebra de valores, de crisis en los paradigmas. Zygmunt Bauman, filósofo polaco del que ya hemos hablado en artículos anteriores, acuñó el término Modernidad Líquida, para definir una época en la que todo lo sólido se disuelve. Las bases que sustentaban y le daban sentido a la........

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