Crónicas y relatos de la migración: El mejor país del mundo
La brisa mañanera del verano al norte de Nueva York es tan fresca como la de una madrugada decembrina en las calles de Barquisimeto. El aire limpio y el sol reflejado en las playas de Long Island Sound animan la diaria caminata, el orden en el tráfico da la prioridad al peatón en las esquinas, la seguridad absoluta hace inútil el trabajo del policía que patrulla estacionado frente al parque y el de la cerradura en las puertas de las casas que todos dejan entreabierta. Los jardines y la grama de las canchas se mantienen muy verdes, podadas y húmedas, mientras el día soleado las seca.
El café estuvo bueno, hecho en la greca italiana con grano molido de Villanueva que el abuelo ha traído. «El desayuno con cereales y frutas de temporada, los huevos fritos con jamón Virginia, los........
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