Del púlpito al poder
En una democracia pluralista, las convicciones personales, religiosas, filosóficas o políticas, son parte legítima de la vida pública. Nadie, por pertenecer a un credo, está excluido del derecho a participar en los asuntos comunes. Pero es distinto cuando quienes se presentan como autoridades espirituales intentan gobernar desde su investidura religiosa, como si sus decisiones no fueran discutibles, sino reveladas.
Colombia, con profundas raíces religiosas, ha consolidado un marco constitucional que protege la libertad de culto y la separación entre Iglesia y Estado. Las iglesias, en su gran mayoría, han sido muy importantes en la historia social del país, acompañando a comunidades marginadas y supliendo, en muchos casos, ausencias del aparato gubernamental. No se puede desconocer su impacto. Pero tampoco ignorar que muchas gozan de exenciones fiscales bajo el........
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