La iniciativa para reformar la Ley Aduanera debe cerrar la puerta al contrabando sin asfixiar a quienes cumplen. El reto es el equilibrio inteligente entre fiscalización y competitividad.

La iniciativa de reforma a la Ley Aduanera enviada al Congreso por la Presidenta Claudia Sheinbaum abre un debate indispensable: ¿cómo lograr aduanas más seguras, transparentes y recaudatorias sin perder la competitividad de quienes hacen bien las cosas?

El diagnóstico es claro: el contrabando y la corrupción distorsionan la competencia y dañan a las empresas cumplidas. Frenar el comercio ilícito no es solo un asunto fiscal; también protege el mercado interno, da certidumbre a la inversión y fortalece el Estado de derecho.

En ese sentido, la reforma acierta cuando busca cerrar la puerta al contrabando y a las prácticas desleales. México no puede aspirar a consolidarse como potencia exportadora mientras........

© El Heraldo de México