Un latido del corazón que se convierte en ladrido de esperanza
Maria Irma Noreña } Columnista20
Hay causas que no se eligen, que simplemente se sienten. Para quienes compartimos la vida con peluditos, sabemos que ese vínculo va más allá de la ternura: es compañía real, amor incondicional y un refugio emocional en tiempos difíciles. Hoy más que nunca, estoy convencida de que hablar del bienestar animal es hablar también de salud mental, de tejido social, de humanidad.
Como familia, lo vivimos a diario con nuestros peluditos Neko, Pecas y Chip. Nos enseñan a ser más empáticos, más pacientes, más humanos. Y por eso, no es casualidad que el sueño de mi esposo, el alcalde Mauricio Salazar, de construir un Hospital Público Veterinario, haya nacido del amor por Tilín, su primer perrito, y de una promesa personal:........
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