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LEGULEYADAS CRIOLLAS

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01.09.2025

Cuenta la leyenda, narrada por abogados conspicuos, que en el País de la Banana, Locombia o Estado de Derecho Colombia, si así puede llamarse, patria unitaria dividida en tres poderes e idénticos niveles de gobierno, suceden cosas insólitas, emergidas de la mente obtusa de sus regentes, elegidos imbécilmente por un pueblo insensato capaz de vender su dignidad por un mendrugo de pan.

En este territorio, se rumora la influencia del momento político para que el tercer poder, la Justicia, también conocida como la cuarta dimensión territorial, actúe a discreción. Es decir, lo procesal supera lo sustancial en consideración al manejo desequilibrado de este poder. La Constitución y las Leyes obedecen a una sustancia plena, desconsiderándola al momento de dirimir con complacencia y complicidad un litigio. Dime el nombre del abogado del reo y te daré una solución anticipada gracias al poder procesal.

Antes de la aparición de la inteligencia artificial, la función de juzgar la ejercía el secretario del juzgado, siendo el juez un simple notario. Ahora esta ocupación la ejerce un sistema digital que califica y condena. El debido proceso y la presunción de inocencia se pueden alegar si en el alegorismo del proceso esta condición está programada anticipadamente, sin manipulación alguna en el universo de la física cuántica; de lo contrario, paila.

Si un juez o un tribunal reciben en la demanda o denuncia -procesos que no son equivalentes- firmada por los Lombona, los Granados, los Cansino y uno que otro Herrera, saben anticipadamente cómo resolver. Si además los acompaña la asesoría de un Abogaster, también se conoce la tasación del resultado. La jueza Heredia, tal vez por su condición de mujer valiente y proba, desfiló la tradición apoyándose en derecho con la solvencia moral de la señora fiscal y la erudición de los abogados Del Río y los Villalba, quienes afortuamente aún existen.

Para fortuna de la justicia colombiana, todavía existen magistrados de las altas cortes, estudiosos, consecuentes y sustancialmente correctos, entregando y cuidando de la imprudencia a sus inferiores. Los jueces, incluyendo algunos magistrados, se limitan al ejercicio conveniente del derecho procesal. Valora pruebas el sistema y condena a conveniencia el programador, nunca el juez, porque........

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