PEREIRANIDAD FRENTE AL ESPEJO: CORRUPCIÓN, IMPROVISACIÓN E INCOHERENCIA CIUDADANA
La Avenida Los Colibríes se ha convertido en el nuevo monumento a la corrupción en Pereira. Lo que debía ser una vía estratégica entre Cerritos y el centro de la ciudad terminó envuelto en un escándalo judicial que supera los $18.000 millones de pesos en detrimento patrimonial. El exalcalde del Partido Liberal Carlos Maya (grupo político del senador Juan Pablo Gallo) y varios funcionarios enfrentan cargos por apropiación, falsedad ideológica, abuso de autoridad y fraude procesal. Aunque ya recuperaron su libertad por vencimiento de términos, el proceso judicial continúa en medio del silencio institucional.
Ese silencio no es exclusivo del poder público. Sectores y personas que históricamente han sido considerados como voceros del civismo pereirano han optado por callar. Tal es el caso de la Sociedad de Mejoras Públicas, que brilla por su silencio, como si la indignación dependiera del cálculo político o de quién resulte salpicado por las investigaciones.
Paradójicamente, cuando sí hay ciudadanos que ejercen control social, el respaldo se transforma en ataque. El Colectivo Salvemos los Samanes, liderado por Amparo Jaramillo, denunció en 2024 fallas de planeación en el proyecto Vías del Samán. Alertaron sobre la tala injustificada de samanes, la ausencia de licencias ambientales y la improvisación técnica. En lugar de recibir apoyo, fue señalada como opositora del progreso por los mismos que ahora claman acción frente a la corrupción en Los Colibríes. Esta incoherencia revela una doble moral: se exige vigilancia cuando el escándalo es mediático, pero se castiga al que fiscaliza y alerta las malas prácticas de contratación y planeación.
Vías del Samán, financiado con el peaje Cerritos II, tiene una inversión proyectada de $1.2 billones de pesos. Mientras........
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