CUANDO LA TIERRA GRITA UN CLAMOR DE FUEGO
Grecia, Italia, Turquía, nombres que evocan historia y belleza, nuevamente tiñen el verano mediterráneo con ceniza, debido a los devastadores incendios; pero lo recurrente no es casualidad, es el eco de un planeta que se calienta, uno de los tantos síntomas del cambio climático, olas de calor implacables, sequías persistentes y vientos furiosos, que crean un cóctel letal que transforma paisajes en desolación.
La ciencia es clara: la mano humana ha alterado el delicado equilibrio de la naturaleza, la mayordomía que nos fue confiada, en Génesis 1:28. “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Este pasaje, a menudo interpretado como un mandato de dominio en su contexto original, trae implícito una mayordomía responsable, sugiriendo el cuidado profundo de la naturaleza; hemos olvidado que este........
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