Si le llevo una sandía
Ciudad de México.- "Traigo conmigo 50 mil pesos en efectivo, comadrita. Se los daré si me permite realizar un anhelo largamente acariciado: hacer el amor con usted". Doña Coleta se sorprendió al oír ese insólito ofrecimiento que le hacía el compadre Salacino. Al principio sintió el impulso de indignarse, pero luego vinieron a su mente las imágenes de aquel bolso de lujo, de aquellos zapatos caros, de aquel collar perlino, y aprovechando la ausencia de su esposo aceptó la lúbrica proposición del visitante. Cumplido el trato el compadre le entregó el dinero, y se retiró satisfecho. Poco después llegó el marido de doña Coleta. Le preguntó: "¿Estuvo aquí el compadre Salacino?". Apenas pudo ella disimular el nerviosismo que aquella pregunta le causó. "Sí, sí estuvo -contestó tratando de ocultar su turbación-. ¿Por qué me lo preguntas?". Explicó el esposo: "Es que hace tiempo le presté 50 mil pesos, y me dijo que hoy me los dejaría aquí contigo". El socio del club nudista se dirigió, inquieto, al mesero del restorán: "¿Tienes paperas?". "No" -respondió el hombre. Inquirió el socio: "¿Y esas inflamaciones que presentas?". Replico........
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