El voto del mercado Abasto
En la burbuja de aire condensado que es el mercado Abasto, hay circulación de público, multipluri, dirían los masistas. Este fin de semana fuimos con mi esposa a hacer algunas compras. Asombra la diversidad, no solo de gente, sino de productos, a disposición de los clientes potenciales. Entre el bullicio, que no cesa, se distinguen las vendedoras de refrescos (“jugo supervitaminado de quinua con avena, manzana y mocochinchi”, dice uno sus letreros), que van ofreciendo su producto a voz en cuello o como aquellas que sin altavoz vociferan: “¡tomate a tres por cinco, pregunte nomás caserita, qué desea”, o “walele a 10 pesos la docena, naranjas 25 x 10”, y así...
El caso es que, mientras las señoras (y mi esposa) recorrían el mercado en busca de zanahorias, repollos o lechugas, apretando en sus manos los pocos pesos que parecían encogerse ante el costo de vida, yo aprovechaba para hacer un michi sondeo de opinión entre este abigarrado segmento público que constituye........
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