Sombras del poder
Roberto Ortiz Ortiz
Salvo contadas excepciones, quienes alcanzan el poder político o económico comparten un mismo denominador. Locales o extranjeros, cambian las historias, cambian los escenarios… pero las sombras siempre se repiten.
En abril de 1887, un obispo inglés recibió una carta incómoda de parte de Lord Acton, un brillante historiador que se había cansado de ver cómo la historia perdonaba a los poderosos solo por el brillo de sus coronas. Acton advertía que mientras más grande sea un cargo, más dura debería ser la condena a sus abusos. Negaba por completo la idea de que el cargo santifica al que lo ostenta. Para él, ese era el instante en que la corrupción encontraba su justificación: el fin empezaba a bendecir los medios. De esa carta salió una frase inmortal, un grito contra siglos de impunidad: “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
Más que un veneno que........
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