Entre la inacción y el exilio de los expertos, el país llega sin deberes hechos al MERCOSUR
Windsor Hernani Limarino
El próximo 3 de julio se celebrará la 66.ª Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, en la que Bolivia participará, por segunda vez, con el estatus especial de “miembro en proceso de adhesión”. Esta categoría le otorga derecho a voz, pero no a voto. Sin embargo, más allá de los discursos y las fotos protocolares, el país se presentará sin haber cumplido la tarea comprometida.
Cabe recordar que, en julio del 2024, durante la 64.ª Cumbre, el presidente Luis Arce entregó el instrumento de ratificación del Protocolo de Adhesión al MERCOSUR, lo que marcó el inicio formal del proceso. Treinta días después, el protocolo entró en vigor y, desde entonces, Bolivia tenía un plazo de 180 días para presentar un cronograma de incorporación del acervo normativo del bloque.
El plazo ya ha vencido y la Cancillería ha optado por el silencio. Nada se sabe sobre si el cronograma fue elaborado o no. Intuyo que, para la diplomacia de los pueblos, ésta es una tarea complicada y no es prioritaria. El asistir a toda conferencia, encuentro o reunión internacional que se presente es lo importante, aunque sea sin los deberes hechos.
La canciller Celinda Sossa Luma, apenas ha mencionado que se contará con apoyo financiero de la CAF, Fonplata y los países miembros plenos del MERCOSUR para........
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