María Elena Attard Bellido

La República de Bolivia, nació con el sello de la discriminación hacia las mujeres, pueblos indígenas y afrobolivanos, excluidos de la cláusula de ciudadanía por la Constitución de 1826, que consagró el sacrosanto derecho político a elegir y ser elegido únicamente a varones, letrados, con empleo, industria, arte o ciencia y sin sujeción a otro como sirvientes domésticos.

El modelo hegemónico de masculinidad se amalgamó con el sistema de gobierno impuesto por los libertadores engendrando así al todopoderoso hiperpresidencialismo con rostro de varón que perduró al Estado-Nación, sobrevivió en el periodo de pluriculturalidad y socavó los cimientos del Estado Plurinacional de Bolivia.

El constitucionalismo liberal, tampoco el social ni el plurinacional comunitario y descolonizador lograron desarmar la perfecta ingeniería del hiperpresidencialismo patriarcal que históricamente coronó en el poder a falsos profetas y caudillos populistas de abigarradas ideologías.

La constitucionalización de la concentración de poder a través de la formula del hiperpresidencialismo, claramente........

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