Diplomacia a tientas y a tropezones
No estuvo mal el apodo que se ha ganado de “el mudo” en la contienda electoral, porque prefiere no hacer apariciones públicas. Y cuando lo hace, más vale que nadie esté atento. Sus declaraciones no solo están lejos de iluminar al electorado, sino que, como en esta ocasión, revelan una preocupante falta de preparación para el desafío presidencial. En su primera incursión pública en materia de política exterior, el senador y candidato Andrónico Rodríguez no solo patinó en los temas más sensibles, sino que lo hizo con torpeza y desinformación, dejando en evidencia que la política exterior no admite improvisaciones.
Su intervención sobre las relaciones con Estados Unidos fue el primer balbuceo; dudoso, genérico, limitado a las trilladas frases de manual heredadas de Evo Morales. Habló de respeto mutuo, de igualdad en el trato, de no injerencia. Todo legítimo, claro está, pero dicho sin un atisbo de estrategia o propuesta concreta. Lo preocupante no es que se ubique ideológicamente en la izquierda —que es su derecho—, sino que condicione toda la relación bilateral a ese único lente, como si la política exterior fuera una extensión doctrinaria y no una herramienta........
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