Cambiar de marcha sin derrapar
Hugo Vaca Pereira Rocha
Como es de conocimiento general, Bolivia vive una situación dramática: para reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo —fisura que erosiona salarios, precios y confianza— el país necesita un ancla nominal creíble, pero sin asfixiar a una economía exhausta tras años de irresponsabilidad fiscal que hoy arroja un déficit superior al 10 % del PIB anual.
Un currency-board —moneda rígidamente pegada al dólar, emisión respaldada al 100 % por reservas— luce como solución instantánea, pero basta arañar un poco para descubrir tres fallas graves: i) reservas que cubren apenas semanas de importaciones, ii) un Tesoro sediento de financiamiento y iii) un Banco Central cuya autonomía se ha devaluado tanto como el boliviano blue.
Inspirado en el trabajo de Castillo-Martínez y Reis (2024)........
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