Un impasse que debe ser superado con madurez
Las recientes fiestas patrias del Perú fueron ocasión para que su presidenta, Dina Boluarte, incurriera en una innecesaria e injustificable provocación hacia Bolivia, al calificarla como un “Estado fallido”, junto a Cuba y Venezuela. Resulta irónico que haya pronunciado semejante juicio durante un discurso ante el Congreso, en medio de gritos, insultos y abucheos de la oposición parlamentaria, reflejo de la profunda y persistente crisis política que arrastra su propio país.
Tal vez se trató de un exabrupto, producto de la presión del momento, pero lo más lamentable es que la Cancillería peruana haya minimizado el incidente y no haya emitido las disculpas correspondientes. El canciller peruano, en lugar de enmendar el agravio, se limitó a decir: “Voy a ser honesto, nosotros no podemos tapar el sol con un dedo. No hay mea culpa que haya que hacer ahí”. Sus palabras suenan más a soberbia o incluso a una validación........
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