A pocos días de las elecciones generales del 17 de agosto, Bolivia vive una etapa crucial que mezcla incertidumbre, expectativa y, lamentablemente, la persistencia de la guerra sucia. La campaña ha transitado por caminos ásperos, con descalificaciones y ataques que desdibujan el verdadero debate político y empañan el espíritu democrático. Sin embargo, la llegada del silencio electoral abre una ventana imprescindible para que los ciudadanos puedan alejarse del ruido y la polarización, reflexionar con serenidad y decidir con conciencia el rumbo que quieren para el país.

En esta encrucijada, los verdaderos protagonistas emergen con fuerza: el ciudadano votante, el jurado electoral y la sociedad en su conjunto. La participación activa, informada y responsable es la piedra angular para garantizar un proceso electoral legítimo y con reconocimiento social. Cada voto es un acto de........

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