Con la venia de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosque y Tierra (ABT), más de 36 mil hectáreas han sido desmontadas en el municipio de Roboré que posee una vocación forestal reconocida y registra, además, la presencia de áreas protegidas y ecosistemas frágiles. La superficie devastada es equivalente a poco menos de la mitad que ocupa la ciudad de Santa Cruz de la Sierra con una extensión ligeramente superior a las 70 mil hectáreas. Es oportuno recordar que Roboré fue una de las regiones más afectadas del departamento cruceño por los incendios forestales que en 2024, consumieron más de 16 millones de hectáreas, provocando daños muy graves al ecosistema. Después de la quema del bosque, se impulsa la deforestación de lo poco que pudo haber quedado en pie y necesitaba de un razonable periodo de tiempo para recuperarse como lo hace la naturaleza que nos rodea y que está cada vez más maltratada. Sobre........

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