Final de un siglo y de un ciclo: Las iglesias del siglo XX en Segovia (VI)
Esta nueva tipología de la arquitectura religiosa es consecuencia de unas circunstancias surgidas en la década de los sesenta del siglo XX, los años del crecimiento económico en España. Se llevaron a cabo numerosos proyectos urbanísticos en los que muchas veces no se contemplaban parcelas para dotaciones parroquiales: “Ello condujo al desarrollo de un fenómeno conocido bajo el nombre de iglesias en bajeras, entendiendo por esta expresión la instalación de los templos en locales destinados a usos comerciales en las plantas bajas o de acceso a bloques de vivienda”. El desenfrenado crecimiento urbano y el aumento de los costes económicos, originaron el paso del monumentalismo al funcionalismo.
Se ha escrito que “entre los precedentes de este fenómeno cabe señalar el proyecto de capillas en edificios de uso mixto, como residencias u oficinas -centros de gobierno- atendidas por congregaciones religiosas que, debido a las necesidades de atención pastoral de la población circundante podían pasar a convertirse en parroquias”.
El problema principal era, no tanto la adaptación de los locales para los usos parroquiales, nave, sacristía, capilla de diario, despachos, aulas, etc., como conseguir un espacio adecuado para la asamblea litúrgica, la nave, y, en lo posible, una proyección exterior del uso del local. En la mayor parte de los casos estos recintos no estaban preparados para la celebración litúrgica, pues es frecuente que numerosos pilares e instalaciones obstaculicen la visión en su interior.
Dibujo de la planta de la iglesia del Santo Cristo del Mercado en los locales de la nueva iglesia del centro parroquial.Es cierto que los proyectos de estas iglesias en locales son menos vistosos, incluso en alguna ocasión se han denominado, de forma exagerada y despectiva, “espacios de cajas de zapatos”, pero, ante todo, se trata de crear espacios evangelizadores, de celebración litúrgica y social en los barrios de la periferia. Los fieles, orgullosos de su iglesia y parroquia, viven su Fe en un entorno diferente, pero con la misma intensidad y recogimiento.
En algunas ocasiones fueron soluciones provisionales, promovidas por el aumento pastoral de las comunidades parroquiales, para, finalmente, levantar de nueva planta un edificio en un solar destinado a este uso. En el caso de Segovia, son dos los centros parroquiales que vivieron estas circunstancias, San Frutos en La Albuera y la Resurrección del Señor en Nueva Segovia.
SANTO CRISTO DEL MERCADO
El texto siguiente lo redactó el obispo de Segovia entonces, D. Antonio Palenzuela, en septiembre de 1977. De forma clara y sencilla relata la situación de esta zona de Segovia y los motivos que reclaman una solución desde el punto de vista espiritual para los feligreses:
“Por desmembración de la parroquia de Santo Tomás Apóstol de esta ciudad, se ha creado la parroquia del Santo Cristo de la Cruz en un nuevo barrio de más de siete mil almas, de condición humilde. La nueva parroquia tiene una iglesia de sólo 120 metros cuadrados útiles y, declarada Monumento Nacional, no puede derribarse ni ampliarse aunque se halla en estado semirruinoso. Tampoco se........
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