El curso que nunca acaba
Opinión | Pensamientos
Pedro Sánchez, en su primera visita a Mohamed VI. / EFE
Da mucha pereza empezar un nuevo curso, académico, político y social, cuando se sabe que los profesores (la mayoría) son unos incompetentes y las materias son aburridas y extremadamente inútiles.
Era tradición en España acompasar los períodos políticos al ritmo de los escolares. Cuando los niños y jóvenes disfrutaban de vacaciones, la cosa pública se adormecía y casi se paralizaba. Julio y agosto eran los meses de velocidad lenta, especialmente el último. Había, eso sí, una especie de ministros de jornada estivales que sesteaban en Madrid cuando sus compañeros se relajaban en la costa o la montaña.
Eso hace tiempo que se acabó. Este año, agosto ha sido especialmente terrible, dañino y doloroso con los incendios forestales. Los........
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