Esas familias normales y corrientes
Hace un par de semanas, media docena larga de jóvenes procedentes del norte de Europa. Se alojan en la vivienda vacacional que da al patio comunitario: martes, miércoles y jueves de juerga nocturna. Música alta, gritos y risotadas hasta la madrugada rompen el absoluto silencio del que solemos gozar los residentes. Ahora karaoke. Se lo pasan bomba. Quién podría culparles, en su lugar de origen todavía nieva y aquí… Aquí por suerte brilla el sol, pero no hace el calorazo que obliga a dormir con las ventanas abiertas, de manera que al final con las persianas y la doble cristalera logras conciliar el sueño porque hay que madrugar. Luego te los encuentras en chancletas en el supermercado del barrio, bostezando y comprando pan de molde, jamón de york y vino barato y te alegras por esa oferta complementaria que defiende el alquiler turístico vacacional como una fuente de riqueza para esta tierra,........
© Diario de Ibiza
