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Los afrocaribeños abuelos del Reparto (IV)

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A inicios de los ´90, la “Isla del encanto” estaba atravesando por una crisis de identidad. La sociedad vivía en una constante lucha por distanciarse de Estados Unidos, tanto en la cultura como en su modelo político/ económico, que había terminado por generar una desigualdad social masiva (Rivera & Negrón Muntaner, 2009).

En la búsqueda por una cultura propia, artistas como Vico C y Big Boy comenzaron a jugar con los ritmos que tenían a mano. Por entonces, además de la importación del Rap y la cultura Hip hop proveniente del Norte, estuvieron arribando a Puerto Rico grabaciones de ritmos afrocaribeños como el Reggae, el Raggamuffin y el Dancehall.

Por unos canales, como la radio, llegó el reggae internacionalizado por la industria. Por otros, un dancehall más contracultural. En parte, proveniente de emigrados caribeños que venían de Panamá donde la música jamaiquina, el patois y el rastafarianismo no eran meramente modas, y a donde habían llegado antes con la inmigración proveniente de las Antillas anglófonas.

También, en opinión de Wayne Marshall, “a través de sus intercambios con personas en Nueva York”. Lo confirma Elías de León, fundador de White Lion Records, quien recuerda pasar horas revisando cientos de discos de Dancehall y Hip-hop en las tiendas de música de Manhattan. "Siempre compraba discos nuevos y se los llevaba a Carolina, a DJ Playero y DJ Negro, que eran amigos míos", comentó en una entrevista a Rollingstone[at2] . "Era música que nadie tenía en Puerto Rico porque no teníamos internet". Con este material que le llevaba, Playero y Negro se dedicaban a mezclar los ritmos en una mezcla a la que llamaban "música underground".

Tales arribos, al decir de Giovannetti, trazaron fronteras entre “los blanquitos devotos al Roots reggae y los raperos, quienes gustaban más del Dancehall y el Underground”.

A principio de los años ’70, el Roots reggae comenzó a gozar de considerable popularidad en la isla, teniendo como fanaticada más entusiasta a la juventud de la clase media y alta, en su mayoría blancos, quienes escuchaban igualmente el rock. Estos se proclamaban rastas, pero “se interesaban mucho más en los aspectos superficiales del mismo –vestirse de rojo, dorado y verde, fumar “ganja” (marihuana) y asistir a conciertos de reggae– que en las denuncias sociales que caracterizaban a los artistas de reggae jamaiquino, tales como Bob Marley y Peter Tosh”.

Un tanto después, la juventud de clase baja, que el Rap, comenzó a consumnir Dancehall jamaiquino en las discotecas. Los "DJs" aceleraban los ritmos de las canciones y se improvisaban letras en español de contenido popular, que incluían la jerga de los sectores marginados. Se usaban los mismos instrumentos y los mismos ritmos musicales. Las letras se caracterizan por apoyarse en la rima, para hacerlas pegadizas. Se usaban beats de Reggae, pero sobre bases de Hip hop. Con otras letras y otro “flow”.

Cuando The Noise, el club creado por........

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