menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

Argentina y el culto al líder: Menem, Macri, Milei

11 0
21.09.2025

Argentina ha sido durante décadas un espejo para Bolivia. Miles de bolivianos cruzaron la frontera en busca de oportunidades: primero al norte en los cincuenta y luego masivamente a Buenos Aires. Hoy más de 540.000 compatriotas viven allí. Desde esa cercanía observamos un patrón repetido: el culto al líder político como salvador, con consecuencias que atraviesan generaciones y moldean la cultura política regional.

El siglo XX argentino se definió por un péndulo entre liberalismo y populismo. Entre 1880 y 1930 llegaron millones de europeos que alimentaron el mito de los “descendientes de los barcos” y consolidaron una identidad orgullosa, asociada al progreso y al esfuerzo individual. Tras la crisis de 1930, el país consolidó un patrón de deuda creciente, desigualdad social, déficits crónicos y dependencia de exportaciones primarias. Ese legado alcanzó a todos los gobiernos posteriores, sin importar su ideología ni la fuerza de sus promesas electorales, y condicionó la política económica durante décadas.

En 1989, con hiperinflación superior al 3.000% y supermercados que cambiaban precios en horas, Carlos Menem llegó al poder. La convertibilidad de 1991, diseñada por Domingo Cavallo, ató el peso al dólar y estabilizó precios. Hubo capitales, consumo y apariencia de modernización. Pero la industria perdió competitividad, el desempleo creció tras el “efecto Tequila” y la deuda alcanzó 147.000 millones en 1999. Menem dejó una economía frágil y endeudada. En 2001, bajo Fernando de la Rúa, llegó el default por 95.000 millones y el desempleo superó el 21%. El espejismo de prosperidad terminó en........

© Correo del Sur