Hablando en mi soledad del absurdo del MIR de irse a la guerra, a las montañas, "donde no teníamos a nadie"
Nota: Esto que ahora publico, forma parte de mis memorias. Las que, por mi soledad, esa que en buena medida impone la vejez, al limitar los movimientos míos y de mis pocos amigos que aún están vivos, a manera de invertir el tiempo y distraerme, escribo; algo aparte de lo que hago para algunos medios, como por un ritual, obligación o compromiso por mí determinado, a cambio de nada o para mejor decirlo, por prolongar la vida o darle sentido, fundamento a mi vejez. Quizás sirva de algo o haya quien algún valor le dé, dados los tiempos y circunstancias que corren. Tenía mucho fundamento aquello de Francisco José Delgado, "Kotepa", "Escribe que algo queda".
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Era un sábado al mediodía, como por hábito, estando en ese momento desocupado, me llegué a la plaza del rectorado de la UCV y como de costumbre, me paré cerca de la escalera que llevaba al segundo piso donde estaba la Federación de Centros Universitarios (FCU), pese sabía ese local cerrado a esas horas. Lo mío fue como quien responde a estímulo inercial, sin tener fines precisos, salvo esperar hallar por allí a alguien con quien pasar el tiempo, como planificar alguna forma de hacer agradable lo que falta por terminar el día.
Bueno, eso lo digo yo ahora, dado que, mi memoria, no me permite asegurar si fue otra la causa. Lo que es posible, dado mi rango en el seno del partido MIR en ese momento y las todavía no muy estrictas normas de seguridad.
No obstante, bien recuerdo, lo sabía con anticipación, dado mi rol en el partido, y quizás, por eso, me hallaba ese día y hora en aquel espacio o fue como antes dije, un acontecimiento producto de lo azaroso que suele ser la vida en algunas circunstancias. Quizás fui allí a saber los resultados de un debate que estaba dando el llamado Buró Político del partido, la instancia con mayor capacidad de decisión, dada las condiciones de clandestinidad en las cuales ya estábamos inmersos, por las luchas que se daban en la calle y los inicios, particularmente de factores del PCV, de la lucha guerrillera, como era el caso de Douglas Bravo y los suyos en la sierra falconiana. Sin olvidar el efecto ecuménico de la Revolución cubana y las gestiones del gobierno soviético a través del gobierno de la isla antillana.
Se estaba decidiendo allí, en aquellas condiciones, dentro de un organismo estrecho, el futuro del partido; su inserción o no en el movimiento guerrillero y, en consecuencia, darle prioridad a esta forma de lucha sobre la legal que veníamos desarrollando en las ciudades. No sólo era cambiar una forma de lucha por otra, la legal, argumentativa, propagandística, dentro del movimiento obrero,........
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