Temblarán los pilares del Estado
Es un hecho constatable si volvemos la vista atrás: en la España democrática no ha habido ningún relevo de un partido en el poder que no haya sido traumático. La llegada del primer gobierno del PSOE vino precedida de un intento de golpe de Estado, y fue necesario sofocarlo para despejar el camino hacia ese cambio, no exento de temores, hasta el punto de que las elecciones de 1982 se presentaron como la gran prueba de fuego para la recién estrenada democracia.
La debacle socialista en las generales de 1996 no fue tampoco un ejemplo de normalidad democrática. Llegó adobada con los escándalos de la corrupción felipista, los procesos abiertos a los GAL, la fusión del Ministerio de Interior con el de Justicia –o sea, con la explicita abolición de la separación de poderes- y gracias al papel que jugaron los medios........
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