“La tormenta silenciosa en la educación colombiana: menos estudiantes en las aulas, más riesgos para el futuro”
En los últimos trece años, Colombia ha perdido 1,3 millones de estudiantes en educación básica y media. Este no es un simple fenómeno demográfico, como algunos podrían suponer, sino una señal de alerta que desnuda una crisis estructural. Hoy, casi un millón de niños y adolescentes no están estudiando.
Detrás de estas cifras se esconde una tormenta silenciosa con efectos devastadores no solo para la escuela, sino también para la educación superior, la productividad del país y su capacidad de innovación.
Según el informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) y la Asociación Colombiana de Universidades (Ascun), la cobertura escolar neta pasó del 92,4 % en 2015 al 90,3 % en 2023, lo que significa que 200.000 niños dejaron de estudiar en ese periodo. En términos absolutos, 926.074 menores en edad escolar hoy están por fuera del sistema.
Pero el panorama empeora cuando observamos las tendencias:
•Deserción escolar: Solo en 2023, 335.364 estudiantes abandonaron el colegio, y en los últimos dos años suman más de 709.000 deserciones.
•Repitencia: El 2023 marcó el récord en dos décadas, con 8,1 %. La repitencia, como advierten los expertos, es la antesala de la deserción.
•Graduación tardía: Apenas 4 de cada 10 estudiantes termina el colegio a tiempo.
Esto no solo significa un retroceso educativo; implica que miles de jóvenes se quedarán sin opciones reales de acceder a educación superior y, peor aún, a empleos formales y bien remunerados.
A primera vista, las cifras parecen un problema exclusivo de........
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