Mutaciones monstruosas de la serpiente de verano
Este verano nos hemos quedado sin serpientes de verano. Debe ser el efecto de la las múltiples legislaciones que prohíben que la naturaleza sea natural. Ahora la naturaleza debe ser ecosostenible, es decir que alguien debe sacar tajada muy sostenible. El verano era el momento para que los periódicos hablaran de fenómenos poco corrientes de la naturaleza y de posibles monstruos como el del lago Ness. Era también una forma de reconocer que, sobre la naturaleza, a pesar de las dieciochescas ilusiones ilustradas, nos queda mucho por saber. Ahora, la aspiración a saber más sobre naturaleza también ha sido prohibida pues el dogma del cambio climático de la ONU es fe obligada y “vale ya”.
Recuerdo que en la redacción del Heraldo de Aragón tuvimos en el verano del 87 el alivio de poder hablar de un cuervo blanco que había aparecido en un cruce de caminos entre Mosqueruela y Puertomingalvo. La noticia la dio un corresponsal del Diario de Teruel y pronto fue objeto de atención del resto de los medios. Lo primero era lidiar con la incredulidad y preguntar a los expertos si tal fenómeno era posible. Luego estaba la cuestión de si había fotografías del pájaro y, a falta de ellas, testimonios de testigos. En fin, lo habitual. Y la noticia fue cierta. Hubo un córvido blanco que ahora está disecado en la oficina de........© Vozpópuli
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