"Ojo, la noticia es que el PP ha perdido dos diputados"
La realidad es tan amplia y heterogénea que no se puede medir, sino tan sólo estimar. No obstante, hay variables que ayudan a apreciar por dónde van los tiros. Los audímetros indican este lunes que el principal acontecimiento televisivo de ayer por la noche se vio en Antena 3, donde un culebrón turco llamado Secretos de familia batió su récord de la temporada (11,6%), que no es poca cosa. La primera lección que se puede extraer de todo esto es que la política no resulta tan atractiva como transmiten quienes viven gracias a ella. Desde los representantes públicos hasta los periodistas más relamidos.
Hay quien disfruta de los escrutinios y de las cábalas... y hay quien se reboza con placer oscuro en la charca donde se ubica la decepción de los sabelotodo. Mientras el pasado 23 de julio hubo quien adoptó tono fúnebre después de que Pedro Sánchez salvara los muebles, reconozco que en mi cabeza sólo podía vislumbrar la imagen de Narciso Michavila. Resonaron en mi mente durante horas las bravuconadas que el 'genio de la demoscopia' pronunció en los días anteriores, como quien apoya el codo en la barra de la taberna y pontifica delante del camarero. El PP y Vox iban a conseguir una amplia mayoría absoluta, expresó, plenamente convencido (y nos arrastró en su optimismo, como a primos), ante cierto regocijo que no es bueno. No es propio de las buenas personas, pero resultó inevitable.
Algo similar me sucedió este domingo cuando conecté con LaSexta y observé a Angélica Rubio -chaqueta azul persa,........
© Vozpópuli
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