Subvenciones públicas, medios privados
Del mismo modo que las democracias liberales tienen en sus cimientos la separación entre Iglesia y Estado, un medio de comunicación creíble y sólido tiene como punto de partida la separación entre editorial y comercial.
La idea es muy simple: la redacción de un periódico debe estar completamente separada del departamento que vende publicidad. Los anunciantes no deben tener acceso a los reporteros ni influir en la cobertura informativa. Los periodistas deben poder hacer su trabajo sin interferencias; la línea editorial debe ser completamente independiente.
Esto, por supuesto, es la teoría. En la práctica, todos sabemos que sí, la redacción está separada, etcétera, etcétera, pero guiño, guiño, codazo, codazo, hay empresas que invierten mucho en publicidad y que los medios, extrañamente, nunca dicen nada malo sobre ellas. Los medios, en España y en todos lados, tienen unos márgenes de negocio minúsculos, y todo el mundo sabe, aunque nadie lo haya dicho en voz alta, que a ciertos anunciantes se les trata bien.
En años recientes, los ingresos por publicidad han caído en picado, especialmente en la prensa tradicional. Los anunciantes tienen muchas más opciones, incluyendo redes sociales.........
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