Elogio del parlamentarismo
No hace falta ser un observador demasiado atento de la política de Estados Unidos para ser consciente de que los candidatos a la presidencia este noviembre van de lo decepcionante a lo espantoso.
Por un lado, tenemos a Donald J. Trump, el candidato republicano a la presidencia. Mentiroso compulsivo, irascible, indisciplinado, caótico y bravucón, ha sido condenado a pagar indemnizaciones millonarias por fraude, difamación y abusos sexuales, condenado por 34 delitos de falsedad documental y está imputado por robo de documentos secretos y obstrucción de la justicia en otro proceso penal.
Por desgracia, es probable que estas sean sus virtudes; el buen hombre respondió a su rotunda derrota electoral del 2020 con un intento de golpe de estado que incluyó alentar a que una masa enfurecida de energúmenos que incluían a un señor disfrazado de chamán asaltaran el Capitolio con la intención de ahorcar a su propio vicepresidente. Trump, por supuesto, no se arrepiente lo más mínimo y ha prometido repetidamente que, de ser reelegido, actuará como un dictador y se vengará de sus enemigos presentes y futuros.
Ante este panorama, los demócratas tienen como candidato a la reelección a Joseph R. Biden. Ha sido un presidente efectivo; la economía americana está creciendo a buen ritmo, la inflación ha caído por debajo del 3% y la tasa de paro lleva meses oscilando alrededor del 4%. Los salarios están subiendo, especialmente para las rentas bajas. Biden, además, ha aprobado multitud de leyes increíblemente ambiciosas de política industrial, infraestructuras y cambio climático.
El pequeño problema, en este caso, es que no estamos del todo seguros de que ese Joseph R. Biden siga ahí, gobernando desde el despacho oval. Biden tiene 81 años (cuatro años más que su oponente),........
© Vozpópuli
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