El Ibex y la agonía del Gobierno
Dure dos meses o dos años, la situación del gobierno español, sin suficiente mayoría parlamentaria y envuelto en denuncias por corrupción, está lejos de aportar la estabilidad que necesita un país que se enfrenta a importantes problemas económicos. Esto no parece importarle a nuestro principal índice bursátil nacional. No es una novedad, ya el año pasado comentamos que no debíamos politizar la evolución del Ibex y además no es algo exclusivo nuestro, puesto que en Estados Unidos el empate técnico entre dos opciones aparentemente tan distintas como Kamala y Trump, tampoco están evitando la euforia bursátil. Esta misma semana ha marcado máximos el Dax alemán a pesar de saberse que la economía del país germano está en recesión y nadie apunta a una mejora sustancial para 2025. Es decir, que los índices bursátiles tienen una dinámica propia que supera los obstáculos más obvios. Ni siquiera la mala situación geopolítica está haciendo mella, más allá de un aumento puntual de la volatilidad.
El 16 de marzo de 2020, dos días después del primer confinamiento, el Ibex cerró a 6.107 puntos, nivel que no se había visto desde la crisis de la deuda soberana (con la prima de riesgo española en los 600 puntos) de 2012. Los motivos para aquel desplome son obvios, así como los de la recuperación posterior. Eso sí, mientras el resto de bolsas mundiales empezaron a rebotar durante los siguientes meses de 2020, el Ibex no lo hizo hasta........
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