Sánchez, acorralado por ‘conflicto de intereses y tráfico de influencias’, mientras Feijóo medita una Convención
La negativa de Pedro Sánchez a responder en Faro (Portugal) a la pregunta de si se reunió con Víctor de Aldama, ahora encarcelado y que está en el centro de la organización criminal del caso Koldo, constituye el reconocimiento de que sí mantuvo con él una o varias reuniones. Como las que tuvo en Moncloa con Barrabés, otro empresario que colaboró, como Hidalgo de Globalia, en la financiación de los negocios de Begoña Gómez.
Lo que, unido al informe de la UCO y al auto del juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional en el que se pide al Tribunal Supremo la imputación (con el suplicatorio ahí incluido) del diputado José Luis Ábalos, reafirma la imputación ante el juez Peinado de Begoña Gómez, y deja al presidente Sánchez, al que en el auto se señala como ‘número 1’, en una muy difícil situación política y procesal.
En unos acontecimientos en cadena en los que, además de Sánchez y Gómez, aparecen de manera reiterada los Aldama, Ábalos, Koldo e Hidalgo como los protagonistas o colaboradores del presunto entramado criminal. Al tiempo que reabre, con un cúmulo de nuevos indicios, la posible implicación de Sánchez en los delitos de ‘conflicto de intereses’ -el que había sido........
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