La convivencia que no cesa
La sociedad y la política catalanas son complejas, puede que incluso más que la sociedad y la política españolas en su conjunto. En 1978, Cataluña fue la región que registró el mayor apoyo a la Constitución: por encima del 90 por ciento de los catalanes dijeron sí a nuestra Carta Magna. Miquel Roca y Jordi Solé Tura pusieron acento catalán a la Constitución y la vuelta de Tarradellas del exilio -con su talante integrador y conciliador- parecía el inicio de una nueva etapa en la que el ser catalán se afirmaría definitivamente desde el respeto a la pluralidad de la propia sociedad catalana y su secular sentimiento compartido de catalanidad y españolidad, entendiendo aquella como una forma de ésta.
En su discurso desde el balcón de la Generalitat, Tarradellas se dirigió no por casualidad a todos los ciudadanos de Cataluña, sin exclusión: “Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí”. A Tarradellas le preocupaba sinceramente que algún ciudadano pudiera sentirse excluido en la Cataluña democrática que se abría paso tras la larga noche del franquismo. Apelaba al concepto liberal de ciudadanía y evitaba, así, otras fórmulas más esencialistas que pudieran resultar por aquel entonces ciertamente excluyentes. Hoy, a los catalanes que nos sentimos tanto catalanes como españoles -que somos la........
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