Mi programación navideña ideal
Existe un refrán catalán, Per Nadal, cada ovella al seu corral, que traducido a la lengua de Cervantes significa que 'por Navidad cada oveja en su corral'. En nuestras tiempos muchos hemos sustituido el corral por el socorrido sofá, mantita y tele, que viene a ser lo mismo: somos rebaño agrupado alrededor del corral que es la televisión.
Ahítos de tanta comilona y socialización impostada con gente que nos importa un huevo de zopilote los unos, y aislados del epifenómeno navideño los otros, el plan que propongo es infalible. Olvídense de las televisiones, de todas, y háganse su propia programación a base de películas fetén. Lo que sigue es, evidentemente, una selección personal e intransferible, pero puede serles de utilidad entre tanta consigna disfrazada de especial navideño y tanto azúcar desmesurado en los informativos.
Y sin mayor dilación ni reservas mentales, he ahí la lista: olvídense de “Qué bello es vivir”, porque huimos del falso buenismo de esta sociedad hipócrita y bien queda. Que se gane las alas........
© Vozpópuli
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