¡Viva Aljaraque libre!
Avisados quedan. Todo lo que sigue es una fábula. Cualquier parecido con la realidad es solo mera coincidencia. Un concejal cualquiera, no sé, por poner, de Aljaraque, provincia de Huelva, está investigado, preimputado, imputado, acusado, encausado o como quieran que digan ahora los técnicos juridicistas al uso, por malversación de caudales públicos. El hombre acaparó, se apropió, desvió, sustrajo, o como quieran los mismos técnicos juridicistas al uso que se llame ahora, 253.315 euros del presupuesto del Ayuntamiento para que una sociedad municipal financiase la enajenación y adquisición de un terreno para la construcción de, no sé, un centro social avanzado de atención a menores tutelados con problemas de inclusión social, atención psicológica y tal y tal.
Todo, con sus pliegos, sus concursos y licitaciones, sus ofertas, su papeleo y demás. Todo, una añagaza, una cobertura pseudojurídica, una coartada para apropiarse del dinero, que además provenía de fondos de ayuda de la Junta de Andalucía para el cuidado y sostenimiento de familias y toda la palabrería bienqueda de este Estado social y de derecho. Progresista, claro.
El interventor, el secretario municipal, quien sea, da igual, sospecha, indaga, revisa, mira y remira… y nada. Dinero esfumado, proyecto inexistente, ni un ladrillo puesto. Disculpen lo burdo del ejemplo porque desconozco qué fórmulas de pillo puede haber para apropiarse de dinero público así, sin que se note demasiado. No tengo un Koldo en mi vida. Da igual. El dinero aparece, con sus meandros, en una cuenta de una sociedad de un primo de un amigo cuyo cuñado apareció una vez en la comunión de una........
© Vozpópuli
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