La cruz de san Andrés
Carretero, mi padre, no sabe quién es Andrés Gil, algo que me imagino que le sucede a muchísima gente. Le aclaro que se trata del periodista que ha podido ser presidente de RTVE.
–¿Tú le conoces?
–Sí, claro.
–¿Y cómo es?
–Una buena persona. Un tipo honrado. Un buen periodista.
Se queda callado un momento y luego dice, con cara de compasión:
–En ese caso no me extraña que se lo hayan comido vivo. ¿No presidirá esa cosa, entonces?
–No.
–Mejor para él. Y peor para todos. Este país no está acostumbrado a que las buenas personas manden en la tele.
–¿A qué tele te refieres?
–A todas.
Conocí a Andresín hace como veinticinco años. Era un crío que sonreía siempre, que creía en su oficio y que ya escribía muy bien. Trabajamos juntos durante un tiempo y nos hicimos amigos, cosa nada difícil porque Andresín es, ya digo, una buena persona que se hace querer. Luego la vida nos separó: el oleaje le llevó a la prensa gratuita, a los periódicos del Grupo Prisa, yo qué sé dónde habrá andado metido. El otro día, cuando saltó la noticia, me enteré de que hace tiempo que ha tocado puerto en un diario digital bastante leído, de marbete progresista.
Me sobresalté cuando oí que le iban a nombrar presidente de la televisión........
© Vozpópuli
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