Entre populistas y oportunistas
Estamos asistiendo a una deriva peligrosa. El comportamiento de las élites políticas en tiempo de crisis, como señaló el maestro Linz, es clave para el devenir de una democracia. Por contraste, las consultas de Pedro Sánchez estos días con los principales líderes de los partidos no deja lugar a dudas: estamos entre el populismo y el oportunismo. Ni un atisbo de responsabilidad.
La democracia es un ejercicio constante de sentido de Estado. A veces se puede disimular, incluso errar, pero cuando se está en crisis, cuando implosiona el orden territorial y se ponen en cuestión los fundamentos de la convivencia constitucional, hacer oportunismo es muy peligroso. Quizá a alguien, a populistas y oportunistas, le sirva para ganar un puñado de votos en las siguientes elecciones, o hacer el sorpasso, pero mientras tanto el sistema se degenera.
Esa contradicción que hemos oído estos días entre un discurso que, como el de Arrimadas, pintaba una España al borde del colapso, con un presidente rendido a Unidas Podemos y a los independentistas, y, al tiempo, su decisión de no brindar su apoyo para que esto no ocurra es cuanto menos chocante. Si tan malo es el panorama, por qué no se ofrecen. La respuesta es sencilla: por oportunismo, porque están calculando qué posición les beneficia en el tablero para sacar un buen rédito electoral el 26-M.
Es legítimo, pero no sé qué dirá la Historia, si es que todavía existe........
© Vozpópuli
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