Cuando solo queda el Rey
El mensaje del Rey nos ha dejado patente una triste realidad: solo nos queda su persona y lo que simboliza. Ante el egoísmo, la irresponsabilidad y el ímpetu ciego de revestir de democrático cualquier cosa que a Sánchez le permita mantenerse en el poder, nos quedan las palabras que pronunció en la noche del 24. No es la primera vez. Ahí estuvo el 3 de octubre de 2017 ante la ineptitud del gobierno de Rajoy, absurdamente maniatado por la semilealtad del PSOE de Sánchez y el oportunismo del Ciudadanos de Rivera.
¿Cómo es posible que palabras como convivencia y entendimiento, o ideas básicas como la de que la Constitución y el Estado de Derecho son las únicas vías para resolver problemas, hayan quedado obsoletas? ¿Cómo es posible que estemos agradecidos porque el Rey las recuerde? Es fácil: vivimos en crisis política desde hace cinco años donde lo anormal se ha convertido en normal.
Un candidato a la presidencia del Gobierno tiene que unir, no separar; debe procurar la creación de riqueza, no estar satisfecho........
© Vozpópuli
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