Una dictadura de minorías controla a Sánchez
El futuro del Fiscal General del Estado no lo decide el PSOE, está en manos de las minorías que dirigen a Sánchez, incluidos los presos de ETA. Este mal que corrompe la democracia española está diagnosticado por la ciencia política actual como “dictadura de minorías”. Para comprenderlo, no sirve la sintaxis obsoleta del bipartidismo. Con la moción de censura defendida por Ábalos en 2018, los socialistas lograron el poder gracias a una coalición negativa para gobernar sin ganar elecciones. Hacer de la necesidad virtud, lo llaman.
Sánchez no es un demócrata. Al oírle decir sobre su fiscal “ha hecho lo que debía hacer”, remitía a Richard Nixon, el mafioso del Watergate, contestando al periodista David Frost “cuando lo hace el presidente, significa que no es ilegal”. Ambos padecen la misma enfermedad: carencia de cultura democrática. Uno cayó y el otro está por caer. Sin el apoyo de lo que los autores de Cómo mueren las democracias denominan en su nuevo libro “dictadura de minorías”, el “doctor” ya estaría en su casa -o en la cárcel-.
Cuando Alfonso Guerra por el PSOE y Fernando Abril Martorell por la UCD revisaban a fondo la Constitución del 78 en los días previos a su........
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