menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

Un Gobierno hostil a la libre empresa

7 82
09.11.2024

Azote de esos "poderes ocultos" del mundo del dinero que manejan a su antojo a la derecha y conspiran sin descanso contra “el Gobierno de la gente”, Pedro Sánchez-Pérez Castejón está siempre dispuesto a recibir en Moncloa a cualquier oligarca extranjero que lo pida, ya sean millonarios americanos dedicados a la caridad del cambio climático, jefazos de los fondos de inversión, capos de las tecnológicas del Silicon Valley o tycoons de multinacionales farmacéuticas. Siempre dispuesto a ver qué cae en el cesto. Lo contaba aquí Fernando García-Romanillos el 12 de febrero: “Desde que iniciara sus denuncias sobre los poderes oscuros, Sánchez se ha visto con 38 responsables de grandes corporaciones, ninguno español. El acoso verbal, primero, y fiscal, después, del Jefe del Ejecutivo sobre una teórica plutocracia española, una derecha económica que junto a la política y mediática buscarían torcer el brazo del "Gobierno de coalición progresista", comenzó en junio pasado, decayó algo a partir de noviembre y se ha vuelto a manifestar vigorosamente a partir de enero”. Fue a finales de julio, en el contexto de los nuevos impuestos extraordinarios a banca y energéticas, cuando el presidente del Gobierno, hecho insólito en una democracia moderna, señaló con el dedo a dos grandes empresarios: “He escuchado las críticas de Ana Botín y de Galán… y si Botín y Galán protestan es que vamos por la buena dirección”. Este jueves noche el golpeado fue el presidente de Ferrovial: “Del Pino no es un empresario comprometido con España”, añadiendo que va a seguir de cerca la evolución de este episodio. Atención, Rafael, cuídate. El jefe de “la banda” que desde junio de 2018 gobierna España te amenaza como cualquier vulgar capo mafioso.

Conviene decir que la salida en tromba de la práctica totalidad del Ejecutivo contra la familia Del Pino por haber tomado la decisión –que deberán ratificar los accionistas en junta general- de trasladar la sede social de Ferrovial a Holanda tiene algo de puesta en escena, de teatro del guiñol, de engañabobos sobreactuado destinado a desviar la atención sobre el asunto que de verdad les preocupa. Nada es lo que parece en un Gobierno que ha hecho de la mentira su santo y seña. Es cierto que la iniciativa de Del Pino, a quien hay que reconocer que le ha echado un par, ha cabreado sobremanera a un Sánchez cuya imagen, esa imagen que de sí mismo ha vendido en el exterior y que las lamentables gentes de Bruselas parecen haberle comprado sin el menor escrutinio, queda dañada por un episodio que podría afectar a sus aspiraciones........

© Vozpópuli


Get it on Google Play