Seamos optimistas: no todo funciona mal (todavía)
No todo funciona mal en la economía española, en especial en aquello en lo que menos interviene el Gobierno. Nuestro sector exportador, por ejemplo, lleva una década mostrando una notable competitividad debida a su excelencia empresarial, muy a pesar de la deplorable política económica, fiscal, administrativa y laboral gestionada por este Ejecutivo.
Desde los años setenta hasta finales del pasado siglo, la balanza de pagos española estuvo básicamente equilibrada, para comenzar a despeñarse hasta un enorme déficit, que en 2008 alcanzó su zénit con un 10% del PIB, uno de los mayores del mundo. Sin embargo, desde entonces, gracias al empuje de las exportaciones el déficit se fue reduciendo y desde 2012 gozamos de un superávit muy significativo, que alcanzó su zénit en 2016 con un 3,2% del PIB, para decaer con los gobiernos de Sánchez hasta un 0,6%.
La pujanza de nuestras exportaciones, además........
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