Leer con los genitales
Gracias a que el premio Planeta de este año lo han ganado tres señores que escribían bajo el pseudónimo femenino de Carmen Mola hemos aprendido que muchos, muchas y muches leen con su entrepierna. Las novelas otrora consideradas obras maestras han pasado a ser poco menos que un insulto a las mujeres ahora que se ha descubierto que tras la fachada femenina se escondía una trinidad de varones.
Las reacciones de los paladines del victimismo genital no han defraudado en absoluto, tildando de reaccionario y machista la instrumentalización de un nombre femenino para firmar una creación literaria. Hasta tal punto es así que alguna librería autoproclamada “feminista” ha retirado los libros. Yo, ingenua de mí, pensaba que el feminismo lo determinaba la temática de la obra y no el sexo del autor. Incluso creía que la calidad de lo leído y su disfrute por parte del lector no dependían de los órganos reproductores de quien empuña la pluma.
Pero el identitarismo que ha fagocitado al feminismo se ha empeñado en convertir la biología en poco menos........
© Vozpópuli
visit website