El peligro de este ‘PSOE Zero’
A mí me gusta la Coca-Cola, pero no cualquiera, me gusta la original con esa inconfundible e intensa sobredosis de azúcar añadido para potenciar el sabor y crearnos una adicción insana; Nada de Zeros, ninguno; por supuesto, nada de esa Coke Cherry (cereza) de lata que uno ve caducada en la alacena de las grandes superficies de un semestre a otro.
Pensaba que esta era una manía personal e intransferible -fruto del síndrome LPV (la puta vejez), como dice un amigo-, hasta que el domingo, hablando con gente a la que respeto, llegué a la conclusión de que no; que soy un tipo normal que cuando tiene sed y pide Coca-Cola quiere exactamente eso… y no sé por qué me vino a la cabeza este PSOE Zero recién derrotado en Galicia, qué de tan (con) federal que se nos ha vuelto ha acabado por no saber a nada.
Me pongo en la piel del español de izquierdas que no quería ver ni en pintura a Santiago Abascal de vicepresidente del Gobierno -por eso votó a Pedro Sánchez con la nariz tapada el 23 de julio-, a quien nadie avisó previamente de que la letra pequeña del cordón sanitario a Vox incluía aguantar a ese Carles Puigdemont chuleando al Gobierno día sí día también, y me entra la misma intensidad que a Ortega en vísperas de la Guerra Civil: “¡No es esto! ¡No es esto!”.
Y en esto llega eso que llamamos Ferraz y dice este lunes, para achicar agua del Titanic más que nada, que “la amnistía no ha tenido nada que ver en el descalabro”........
© Vozpópuli
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